sábado, 25 de diciembre de 2010

Disforia

Un día tienes la necesidad de huir, alejarte de todo, de respirar sin interrupciones de forma constante, de cerrar los ojos y no pensar en nada, de evadirte. Al contrario, cualquier otro día buscas cualquier excusa para poder expresarte mentalmente, una excusa para verte ocupado, pendiente de algo, de alguien o simplemente de alcanzar un pulso elevado y variable de alguna manera.
Supongo que entre esas maneras tan distintas de ser y de sentirse existe un equilibrio, pero estoy seguro que en todos esos días hay algo que siempre está presente a pesar de que en ocasiones no lo creamos, y es la resiliencia.
Para mi, hoy es uno de esos días de evasión, de sufrir disforia, y la verdad es que no encuentro ningún tipo de capacidad para superar adversidades o posiblemente sea que no la aprecio. La verdad, creo que sé qué necesito pero no sé de qué manera, si en forma de ayuda o cualquier tipo de apoyo, en forma de tiempo y espera, o si en forma de amor o de inspiración.
Quizá mañana mi desentendimiento se acabe, pero entonces sabré que la resiliencia ha actuado y significa que ha estado presente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario